Los clubes de fútbol cada vez buscan más pronto a las futuras promesas de este deporte por todo el mundo, una tendencia que también obliga a tener en cuenta el marco normativo que regula el papel en la sociedad de los menores de edad. Y en España no es una tarea fácil: “La regulación autonómica deja estupefacto, ya que se ha roto la unidad. Se dicen cosas contradictorias”, apuntó ayer el fiscal Francisco Moreno, que participó en el segundo Encuentro LaLiga de Derecho del Deporte 2017-2018.
Moreno recordó que “el riesgo del menor surge cuando genera una expectativa”, ya sea del propio equipo en el que juega, de sus representantes o de los propios padres, que en muchas ocasiones ejercen como agentes de los hijos. “En estos casos nos podemos encontrar con algún elemento de riesgo”, advirtió.
El fiscal apuntó que la complejidad de los casos puede ser mayor en función de diversos factores, como la edad, la nacionalidad del menor o la comunidad autónoma en la que reside. “Una mayoría no reconoce derechos de formación para fomentar la movilidad entre entidades deportivas, pero en otras sí se reconoce la posibilidad de que se paguen esos derechos de formación sin que eso sea poner cadenas a su movimiento”, reflexionó.
La problemática a nivel español reside en que hay comunidades autónomas que sí permiten cobrar derechos formativos y otras no.
En el encuentro se apuntó que la Ley del Deporte no hace ninguna mención a los atletas en esta franja de edad, y que la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 es la que ha permitido configurar un “armazón jurídico” que permite hacer prevalecer los intereses del menor por encima de lo que pueda decir un contrato.
Fuente : Palco23