Poca, muy poca publicidad se ha dado a la oportunidad que está al alcance de todas las PERSONAS FÍSICAS (ya sean EMPRESARIOS AUTÓNOMOS o consumidores) de ELIMINAR las deudas que les ahogan y que les impiden salir a flote y vivir su vida de forma digna. Dicha posibilidad tiene un nombre: CONCURSO CONSECUTIVO.
Pese a lo farragoso del término, dicho procedimiento es SIMPLE y RÁPIDO (2-5 meses), y está diseñado para dar una SEGUNDA OPORTUNIDAD a todas aquellas personas que tienen más deudas (impagos de hipotecas, préstamos personales, consumos, afianzamientos o avales empresariales…) que activos, o aquellas otras que, a pesar de tener deudas, no cuentan con activo alguno. El procedimiento será más o menos breve en función del ESTADO PATRIMONIAL del deudor, si bien todos los que se acogen a dicho procedimiento DEBEN TENER UN DENOMINADOR COMÚN IMPRESCINDIBLE para que el concurso consecutivo resulte BENEFICIOSO: HABER INTENTADO ALCANZAR UN ACUERDO EXTRAJUDICIAL DE PAGOS con los acreedores, ANTES DE LA INSTANCIA DEL CONCURSO CONSECUTIVO. Dicho intento, cuya infructuosidad comportará la instancia del CONCURSO CONSECUTIVO, no implica otra cosa que, por parte del deudor, se proponga a sus acreedores una forma de liquidación de las deudas contraídas, con aplicación de las quitas – descuentos de la deuda – y las esperas – carencias en el inicio de los pagos, hasta un máximo de 10 años- que, en función de cada situación patrimonial, hagan posible la propuesta de pago.
La simple acreditación del INTENTO INFRUCTUOSO de acuerdo extrajudicial de pagos tendrá GRANDES RECOMPENSAS para el deudor en sede del concurso consecutivo, puesto que será ésta la fórmula que permita al concursado de buena fe obtener el denominado BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) o, lo que es lo mismo, LIBERAR AL CONCURSADO DEL PAGO DE LAS DEUDAS QUE NO QUEDEN CUBIERTAS CON LA REALIZACIÓN DE SUS ACTIVOS EMBARGABLES.
Sin duda alguna el concurso consecutivo es la SOLUCIÓN ÓPTIMA para las personas (consumidores o empresarios) que se encuentran con la imposibilidad de construir un futuro porque las deudas contraídas se lo impiden, puesto que les concede una SEGUNDA OPORTUNIDAD para empezar de CERO, con CERO deudas.
